Me quedé dormida poco después de acostarme, y la verdad, me sentó bien. Me levanté completamente despejada y super enérgica. Otro día mas en la rutina de mi vida cotidiana. Miré mi movil y tenía un sms. ¡ERA DAVID!
''Laila, necesito que me mandes la dirección de donde vives. No por nada en especial, sino por tenerte localizada. Eres mi mejor amiga, quiero saber que es de tu vida. Haber si te conectas algún día. Un beso.''
Le contesté en un mensaje bastante largo pero específico. Le contaba lo que me pasó, y le puse mi dirección actual. Lo tenía muy claro, esta noche me conectaba y hablaba con el. Era mi mejor amigo, y no le iba dejar de lado por nada. Me fuí a duchar y me vestí, preparé las cosas de clase y bajé a desayunar. Robert se levantó algo pálido y justo al llegar a la cocina, dió media vuelta y se fué al baño. Estaba enfermo. Mi tio, al verle, corrió a su lado.
- ¡Buenos dias! - grité -
- Buenos para ti. - añadió Robert -
Desayuné y cojí mis cosas, pregunté a Frank si tenía que llevar a Robert al médico, pero me dijo que no, que el hoy no tenía trabajo y que le llevaría él. Asique salí de casa y coincidí con Iván. Por el camino ibamos hablando de el famoso niño número 10.
- Le he agregado al tuenti, es tan mono. - dijo Iván -
- Iván, no es gay. Tiene novia.
- ¿Y qué? Ricky Martin tenía novias y salió del armario hace poco. A los gays nos cuesta.
- A ti no. Lo soltaste por casualidad.
- Ya, pero porque estaba con vosotras. Sino no decía nada.
- Iván no pienso discutir contigo. Todo para ti, a mi no me interesa ese chico.
- Claro que no, tu eres de Zack.
- Ni de broma. No se que quiere de mi, pero está claro que es estúpido. ¿Quien se cree? Seguro que tiene novia.
- No tiene.
- ¿Tú que sabes?
- Me lo dijo Joel.
- ¿El 10?
- Si. Es tan .... ains. - sonrió -
No alegué nada, llegamos a la parada y saludé a Laura. Nos entretubimos hablando de nuestras cosas, y llegó el bus. Le pedí a Laura que no dijera nada bruto, que no contestara a las miradas de los demás. Pero montamos en el bus y no hizo falta, sinceramente nadie nos miró. El trayecto fué corto, y al bajar del bus, casi me caigo. Entramos en el instituto y miré al frente. Solo me pude fijar en una chica bastante guapa pero tetona de mas y con el culo en pompa caminando rápidamente hacia mi con mirada amenazante. Miss silicona, vamos.
- ¿Tú de que vas?
- Hoy no me he disfrazado, voy de Laila. - dije mientras Laura e Iván se reian -
- Jaja, que graciosa. - dijo sarcásticamente - Mira, te voy explicar brevemente lo que quiero que hagas: ¡DEJA EN PAZ A ZACK! ¿Quien te crees? Yo no salgo con él, pero tú no eres nadie para salir con Zack, ¿que pretendes? Hundirle su reputación.
- No me interesa Zack, soy yo quien le interesa a él. Ni le conodco ni quiero conocerle.
- No guapa, no es así. Le has dado una cita. Pero esa cita no existirá. ¿Me entiendes? Desaparece de su vida. Cariño no eres nadie. Ándate con ojo.
- Gracias. - asentí -
- ¿Que has dicho?
- He dicho gracias. Por un momento he olvidado por qué evitaba sitios como este y a gente como tú. - reproché -
- Cariño, tú no nos evitas. No te vemos, que es diferente. Tú eres una mierda. ¿Y como va alguien a fijarse en una mierda? - dijo muy creida -
- ¿Que le has llamado a Laila? - dijo Laura para defenderme - La única mierda aquí eres tú. Y mas mierda vas a quedar cuando te parta la cara. - dijo mientras se lanzaba a la chica -
- ¡PARA! - dijo Iván agarrando a Laura -
Todos nos miraban y yo no pensaba en nada mas que en vengarme de lo que me había dicho la tetona esta. Asique como iba de verde, le tiré mi refresco por encima.
- ¿Que cojones estás haciendo? - se enfureció -
- Lo siento, es que como eres lo mas verde y redondo de por aqui, te confundí con la papelera.
Empezó a gritar y se fué corriendo. Giré la cara y pude ver a Zack mirar para mi mientras sonreia y asentía. ¿Eso era bueno o malo?
Sonó el timbre y entramos en clase, otra vez apuntes. Era lo malo de apuntarme a medio semestre. Dos clases tomando apuntes para los examenes. Hasta que llegó el ''recreo'' fuimos a una de las mesas de fuera y tomamos unos refrescos. Zack se acercó con sus amigos y nos empezaron a aplaudir.
- Gracias chicos, ya se que soy la polla pero ahora fuera de aqui. - dijo Laura amenazante -
- No te aplaudimos a ti, le aplaudimos a Laila. Hay que tener cojones para hacerle eso a Lucía. - dijo unos de los amigos de Zack -
- Pues yo no tengo eso. Tengo otra cosa. ¿Nos podeis dejar? - dije -
- Está bien. Pero ... ¿piensas llamarme algún día? - dijo Zack mientras miraba para mi -
- De eso mismo estábamos hablando. Dijo que mañana está libre y que le apetece ir al cine, que te iba invitar. - respondió Iván -
Yo le miré, puse cara de ¿¡QUÉ!? Y miré para Zack.
- Esta noche te llamo. - me dijo mientras me guiñaba el ojo -
Mire abajo esperando que sonara el timbre, y sonó. Zack siguió mi mirada hasta que ambas se volvieron a cruzar. ¿Que le pasa? Yo no soy el ombligo del mundo, me estaba poniendo nerviosa. Entré en mi clase y atendí un rato al profesor. Después me limité a pensar en David, ¿que estaría haciendo? Ojalá pudiera volver a verle. Le echaba mucho de menos, era mi mejor amigo. Bueno, era y es. Pensando y pensando sonó el timbre. A casa. Por el camino me pareció ver a Javi, pero era imposible. Además, el bus iba bastante rápido, eran imaginaciones mías. Entré en casa y Robert me miró.
- Arriba hay un chico esperándote. - dijo mi tio Frank -
Subí rapidamente para saber quien era. Abrí la puerta y supuse que era Zack, asique solo se me ocurrió decir:
- Zack ya te dije que no ... - me detube - ¡DAVID! - grité mientras me avalanzaba sobre el -
De mis ojos comenzaron a caer lágrimas.
- Laila, tenía que venir. Cojí un avión en cuando me mandaste el sms. Tenía que volver a hablar contigo, no te veo desde hace millones de años.
- ¡Que exagerado! Desde hace dos meses, creo. Joder, que alegría que estés aqui. ¿Como es que no estás en clase?
- Me he mudado. Ahora vivo en Barcelona ciudad, y voy a tu mismo insituto. Mi madre ha ido a hacer la matrícula. Mañana empiezo.
- Dios mio. Eso es ... ¡Genial!
Estubimos hablando casi toda la tarde de la vida de uno y de otro. Me estaba contando que se había ido de fiesta y que se había liado con tres niñas pero lo interrumpió mi teléfono. Era Zack. No contesté y David cojió el movil y le dijo a la tecla verde. Genial, ahora o colgaba o hablaba.
- ¿Si?
- Laila, soy Zack. Mira, un amigo da hoy una fiesta en su casa y me preguntaba si querrías venir.
- Em, esto. No puedo.
- ¿Por qué? - preguntó -
- Pues porque tengo que limpiar la casa, está echa una pocilga. Es casi inhabitable.
- No será para tanto ...
- Lo siento, otro día. Hasta pronto. - colgué -
David y yo seguimos hablando y le conté lo de Zack y lo de Lucía. Como eran y todo el rollo. Dieron las nueve de la noche y David se fué. Poco después de que se fuera timbraron, fuí a abrir y era Zack.
- ¿Tú? - pregunté -
- ¿No tenías que limpiar?
- Si, lo hacía. Lo estoy haciendo. Lo voy hacer. - dije indecisa -
- ¿Que tal si te ayudamos? - dijo mientras entraban en mi casa los niños del equipo juvenil de futbol -
- Aun así, no puedo. Mirate tú, estás genial y yo no tengo nada que po ... - paré mientras me deslumbraba un vestido rojo precioso que sostenía en sus manos - Nerme. - continué -
- ¿Qué dices? - preguntó -
No tenía ninguna excusa asique me llevé la mano a la cabeza y me despeiné.
- Mira que pintas. - señalé -
- Es mi turno.
De detrás de Zack apareció una chica muy guapa. Me agarró de la mano y me llevó a la habitación. Allí me peinó, maquilló y me puso a punto para ir a la fiesta. Ella bajó primero mientras yo contemplaba lo guapa que me había dejado.
- Chicos, os presento a Laila.
Bajé las escaleras y tanto Zack como Robert se quedaron mirando asombrados. En el último escalón me tropecé y Zack me agarró.
- ¿Vamos? - preguntó -
Asentí con la cabeza.
Después de un largo trayecto en coche, llegamos a una casa enorme. Se oía música, entramos y nos recibieron con los brazos abiertos. Todo iba genial, pasaban las horas y cada vez me lo pasaba mejor. Hasta que me vió Lucía.
- ¿Que haces tú aqui? - preguntó enfurecidamente -
- Me han invitado. - contesté seriamente -
De repente me tiró su bebida por el escote del vestido.
- Ten mas cuidado con la seda. - dijo mientras se reia - Oh, no irás a llorar aqui ¿verdad?
Sollocé mientras empecé a correr hacia la puerta. Salí de la casa y me caí. Estaba llorando. Zack vino a junto mia y yo estaba en el suelo. Me puso la mano en el hombro.
- Laila ... - dijo consolandome -
- No me toques. - contesté - Me había prometido que jamás, jamás, jamás ...
- ¿Jamás que? - preguntó -
- Que jamás dejaría que me vieran llorar. - anelé -
- Laila te estabas divirtiendo, pero cuando te abres a la gente, entra tanto lo bueno como lo malo. - dijo -
- Quiero irme a casa. - le dije mirandole a los ojos -
Asintió con la cabeza, me llevó a casa y me acompañó hasta la puerta. Me dijo que esperaría a que saliera por la ventana y le dijera adiós. Subí las escaleras. Robert y Frank no estaban, habían ido en avión hasta la frontera con Francia a arreglar una piscina. Entré en mi habitación y encendí la luz. Miré a la cama y estaba allí Javi. Sentado, mirandome.
- Nos volvemos a ver. - dijo sonriente -
Yo no dije nada. Entonces se levantó y me agarró por los brazos. Me tiró en cama y me susurró al oído: ''Nunca pierdo una apuesta.'' Iba a violarme. Empecé a gritar con la esperanza de que me escuchara alguién. Ya me había quitado el vestido cuando entró Zack por la puerta. Agarró a Javi por la espalda y le tiró contra mi armario. Le pegó un puñetazo en toda la cara.
- ¡Si la tocas te mataré! ¿Me has oído?
Yo estaba llorando y Javi salió corriendo. Zack bajó a cerra todas las puertas y ventanas de la casa. Javi se había ido. Zack subió y me abrazó.
- ¿Estás bien? - preguntó -
- Si, muchísimas gracias.
- No me las des. Duérmete.
Me recosté en su pecho y allí me quedé. No pasó nada que no tenía que pasar. Y cuando me desperté, Zack estaba dormido. Y tenía la sonrisa mas bonita dibujada en la cara, la sonrisa de cuando estás soñando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario