El despertarme al lado de Javi era la experiencia mas bonita del mundo. Con él me sentía realemente bien, no notaba ninguna sensación de ... dolor. Todo estaba cambiando, y por un momento, llegué a olvidar todo aquello que me mataba. Sabía que mi hermana siempre viviría dentro de mi, pero en realidad no la volvería a ver, y con él, me estaba acostumbrando a ello. Javi abrió los ojos, llevó las manos a sus ojos y se los frotó. Se levantó, se estiró y me vió. Sonrió levemente y me vino a dar un beso en la frente. Para mi, era ahora cuando comenzaba el día. Fuimos a la cocina a desayunar, tomamos un vaso de ''Nesquik'' con leche caliente y unos ''bollos''. Al terminar recojimos, yo subí a mi habitación a vestirme y cuando bajé Javi estaba hablando por teléfono.
- Ya te dije que a esta chica la iba a ganar yo. No, está claro que no me he acostado con ella. ¿Qué? ¿Estás loco? No pienso violarla. Te voy a dejar las cosas muy claras, en cuando ella lo decida entonces me acostaré con ella, de todos modos tenemos seis semanas para que termine esta apuesta. Y realmente ... no creo que se me resista en tanto tiempo. Te dejo que vamos a salir de su casa. Si, hemos dormido juntos. Adiós.
De mis ojos calló una lágrima, ¿estaría hablando de mi? Si, estaba hablando de mi. No se como saqué fuerzas de alguno de los pocos sitios que antes no tenía, y llené los nuevos que con Javi había abierto. Bajé al salón y le abofeteé la cara.
- ¿Soy una estúpida apuesta?
- Laila te lo puedo explicar ...
- No me expliques nada, vete.
- Laila, escucha ...
- VETE !
Se fué, le acompañé hasta la puerta y la cerré de un portazo. Los chicos son un asco. No pensaba ir al instituto hoy, subí a mi habitación y conecté mis cascos al mp4, puse la cancion de ''Monster'' de Lady GaGa. Y abrí mi armario, en mi maleta, metí toda mi ropa. Estaba dispuesta a irme. Y lo iba hacer, estaba claro que Javi me había echo daño, mucho daño, pero no me pisotearía mas, asique me prometí a mi misma que no volvería a dejar que nadie me pisoteara. Con mi maleta lista, cojí la llave de debajo de la alfombra del armario del sótano y abrí la caja fuerte en la que mi madre guardaba mis ahorros. Me pasé casi tres horas contando todo el dinero. En mis 16 años de vida tenía ahorrados 15.000 euros. Para mi, era suficiente. Pues si, estaba dispuesta a irme a vivir a donde fuera, pero tenía muy claro que no volvería nunca mas a mi vida normal. Ya no sería mas Laila, sería la Nueva Laila, y lo digo sin acritud, pero lo digo. Cojí mis cosas, y me largué. Fuí a la estación de tren de la ciudad. Cojí un billete a Madrid. Allí cojería otro para ir a Barcelona, donde vivía mi tio Frank. Él nació en Nueva York, pero le gustó desde muy pequeño España y se vino a vivir aquí. Era tío por parte de padre, pero nunca se llevaron bien. Le veía cada verano gracias a mi madre o a mi abuela. Cojí mi movil y le llamé. Sonaban los míticos pitidos de cualquier teléfono comunicando. Hasta que al final me contestó.
- ¿Si?
- ¿Tio Frank?
- Si, dime. ¿Quien es?
- Soy yo, Laila.
- ¡Laila! Dios mio, ¡qué alegría que me llames! ¿Que te pasa por la cabeza esta vez?
- Necesito que me ayudes en un problema muy gordo.
- ¿Estás embarazada?
- Oh no, olvídalo.
- ¿Entonces?
- Quiero irme a vivir contigo.
- ¿Como? - preguntó alterado -
- Estoy en un tren camino de Madrid, allí cojeré uno hacia Barcelona, llegaré haí mañana. Te lo pido por favor, si te llama mi madre, le dices que has sido tú quien me lo ha ofrecido. Por favor, hazlo por mi tio Frank.
- Está bien, pero me puedo meter en un lío enorme. Lo sabes ¿no?
- Si, pero esque quiero empezar mi vida de cero. Además me llevó genial con Robert, y no habrá problemas. Te ayudaré en casa y trabajaré para que tú no te tengas que ocupar de mi. Seré como la madre que Robert no pudo tener, pero siendo su prima.
- Está bien, pero ocuparme de ti no es molestia, te recojeré mañana en la estación. Un beso sobrina.
- ¡Muchas gracias tío Frank! ¡Un beso enorme!
Y colgó.
Pues aquí me teneis, en un tren, camino de mi nueva vida. Y lo mejor es que yo me noto mucho mejor. Le mandé un sms a mi madre, conforme me había ido de casa.
''Mamá, me he ido de casa; no te preocupes, estoy con el tío Frank. Arregla tú como puedas en el instituto. Siento las molestias. Un beso''
Me contestó con poco humor, y la verdad, no le importaba que me fuera. Mi madre seguía mal por lo de mi hermana, pero lo sufría en silencio.
''Está bien, pero recuerda venir a verme algún día. Y en el instituto, ya avisaré en cuanto vuelva de casa de los abuelos. Te quiere, mamá''
Me alegró saber que no le importaba el echo de quedarse sola. Pasé el día borrando fotos de Javi y mías. Solo dejé una que me sacó él en la playa. Y ninguna más. Ya eran casi las ocho cuando el tren paró. Era una estación y yo tenía que cambiar de tren. Cojí mis cosas y bajé, tomé un café en lo que llegaba el otro tren y cuando llegó allí arriba, en el letrero mas visible ponía: Barcelona.
En aquel tren subí yo, era el comienzo de mi vida, era el comienzo de mi etapa, la etapa en la que sería feliz, y nadie me lo impediría. Subí y me topé con Laura.
- ¿Laura? - pregunté -
- ¿Laila? - preguntó -
- ¿Qué haces tú aquí? - le pregunté con una sonrisa en la cara -
- Voy a Barcelona, allí vive mi padre, y voy a vivir con mi padre. No pienso volver a la pocilga en la que estaba.
- ¿Y el grupo? - pregunté asustada -
- Lo mismo podría decir, pero como tú no estabas oficialmente en él pues ... Te contesto a tu pregunta que ya les avisé, y respecto al instituto no, no avisé. Que se jodan, todos los profesores son unos capullos.
- Eres realemente increible.
- No es para tanto.
- ¡En serio! Es increible que exista alguien tan ... ¡tú! Eres dios.
- No, soy Laura, que recuerde ...
- Hasta en este momento eres capaz de soltar una tontería así para que yo sonría.
Nos quedamos un rato en silencio, y yo, lo volví a romper.
- Por cierto Laura ... ¿A qué parte de Barcelona vas?
- Al centro ... ¿Tú?
- Tambien, voy a vivir con mi tío Frank.
- Genial, haber si coincidimos de instituto. Llámame y dime a cual vas, y yo me matriculo en el mismo. ¿Hecho?
- ¡Hecho!
Eran casi las doce de la noche y yo me estaba quedando dormida mientras Laura tocaba la guitarra, al ser guitarra española, relajaba un montón. Por lo tanto, la tarea de quedarme dormida era aún más fácil. Ya casi dormida, se abrió la puerta del vagón. Entró un muchacho y se sentó.
- Hola. - saludó -
Iba realmente bien vestido, pero el muy capullo me había cortado el sueño. Genial ...
Miré a Laura y ella estaba completamente despejada. Yo me froté los ojos y el muchacho nos miró.
- No me digais mas, a empezar nueva vida en Barcelona, ¿no?
- Me has sacado la pregunta de la boca tío, ¿como te va?
- Me identifico con vosotras. Me va bastante bien, ya que acabo de descubrir que mi madre y yo hemos heredado un jet privado y un chalet en el centro de Barcelona. Mi madre se fué en el jet, me dejó una notita en casa diciéndomelo y me puso una dirección. - dijo mientras me la enseñaba -
- Vamos a ser vecinos.
- ¿Por qué?
- Yo me voy a vivir con mi tío, y tiene una casaza justo al lado de tu casa.
- Dios, que guay ! Así ya tengo una vecina a la que conodco.
- Si, será genial. Por cierto, soy Laila.
- Oh, yo soy Iván. ¿Tú? - dijo señalando a Laura -
- Yo soy Laura, pero me podeis llamar Lauu.
- Bien pues espero que nos toque en el mismo instituto, arrasaremos tias.
- Me considero una chica normal y corriente. No una sex simbol como para arrasar.
Ambos se empezaron a reir. Yo miré por la ventana y si, haí empezaba mi nueva vida. Sin ninguna complicación. Me quedé dormida y Laura me despertó a las ocho y media. Salimos del tren con todas nuestras cosas. Por fin en Barcelona. Llamé a mi tío Frank para saber donde estaba, y antes de que me lo pudiera cojer, ya estaba Robert, el enano, corriendo a darme un abrazo.
- Eh peque, ¿como te va?
- Bien, y mejor ahora que has venido. Vas a tener que jugar conmigo a la Sega. ¡SEGA! - dijo emocionado -
- Lo intentaré, pero al final me acabarás ganando, como siempre. ¡TIO FRANK!
- Hola pequeña. ¿Lista para empezar de cero? - dijo mientras me abrazaba -
- ¡Lista!
Sonreí y ayudé a mi tío a guardar mis cosas en el coche. Había perdido de vista tanto a Iván como a Laura, pero estaba segura de que volveríamos a encontrarnos. Iván era mi vecino, y Laura ... Bueno, pues Laura estoy segura de que será la mejor amiga, que voy a tener en muuuuuuuucho tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario