Monté en el coche de mi tío Frank, yo, monté delante, y por el espejo retrovisor podía ver a Robert con una sonrisa enorme en su cara. Estaba claro que se alegraba de que yo fuera a vivir con el. Y si, yo tambien me alegraba. Dejé caer el móvil encima de mi mochila y justo al caer empezó a sonar Brown Eyes de Lady GaGa, tenía un sms de Javi.
''Laila si me hubieras dejado explicártelo. Mira, al principio es cierto que para mi solo eras una apuesta, nada mas. Pero despues descubrí como eras realmente. Vamos Laila, no me guardes rencor, te lo suplico, perdóname. Voy camino de tu casa, espero que me abras la puerta. Te quiero.''
Me quedé de piedra, que cara tiene la gente, se cree que soy una muñeca o algo así. Borré el sms y contesté friamente.
''Siento no poder abrirte la puerta capullo, pero estoy en Barcelona, no volverás a saber nada mas de mi. Cuidate campeón.''
Cerré el menú de mi movil y lo apagué, quería desconectar. En la radio sonaba una canción pegadiza y me puse a escucharla. Cuando acabó, mi tío interrumpió el silencio.
- Bueno Laila, supongo que habrás pensado a que instituto irás.
- Pues no, en el tren he coincidido con una amiga y con un amigo, nos llamaremos para coincidir y ir al mismo.
- Eso está bien, llámales ahora y esta tarde iremos a hacer tu matricula.
Cojí mi movil y llamé a Laura, le di la dirección de la casa de mi tío Frank y quedamos allí en media hora. A Ivan solo le mandé un sms, que en cuanto llegara le daba un toque y le llamaba en su casa. Todo listo. Aquí me teneis, bajando las maletas del coche, y sobre todo, mirando mi nueva habitación. Dios, era enorme. Tenía una ventana que daba al patio de Ivan. Así podría verle y saludarle, o quizás gritarle que se pusiera a estudiar para el examen de historia del día siguiente. Cosas de amigos. Cuando terminé de colocar las cosas, bajé abajo y fuí a llamar a Ivan, salió y entramos en casa del tio Frank. Subimos a la habitacion que ahora sería mía y nos topamos con Laura.
- ¿Y tú aquí? - dije sorprendida -
- Tu tío me abrió y me dijo que subiera. - sonrió -
- Genial pues ya estamos los tres. - dijo Iván -
Nos pusimos a buscar en internet un buen rato hasta que finalmente nos decidimos por uno. Ambos señalamos y asentimos. Ya estabamos listos para ir a hacer la matrícula. Fuí con mi tío Frank, Iván con su madre y Laura con su padre. Hicimos la matrícula y al salir fuimos a una heladería. Allí tomamos unos batido.
- Menudo regalo de cumpleaños, dos amigos en mi mismo instituto. - dije -
- ¿Es tu cumpleaños? - preguntó Iván -
- Si, me alegro de estarlo celebrando con vosotros. - contesté -
- ¡Eh! ¡Camarero!
- Ya empieza con la de una de mero ... - dijo Iván -
- Que no hombre, que es para que me cobre a mi los tres batidos.
El camarero le cobró a Laura los batidos, como eran ya las ocho y media y nos habíamos recorrido casi medio centro de Barcelona nos volvimos a casa. Cada cual a la suya y yo, cené y me acosté. Mañana sería un día muy largo. Me quedé dormida y soñé con Javi, soñé que le daba una paliza, pero desperté tranquilamente. Desayuné, cojí mis cosas y llamé a Robert del salón mientras terminaba uno de sus ejercicios.
- Robert yo me voy. ¿Te vienes ya?
- Si, ¡YA VOY!
Vino corriendo y me miró. Sonrió y abrió la puerta. Salimos de casa y fuimos a la parada del bus. Allí nos recojería el del instituto. Llegamos y ya estaban allí Ivan y Laura. Robert me paró.
- Olle Laila.
- Dime. - contesté -
- En el instituto no me llames ''peque''.
- Está bien, tienes 14 años, ya no eres tan pequeño. No te lo llamaré.
- Gracias. - sonrió -
Me puse a hablar con Ivan y Laura de todo un poco, del instituto. Laura de bruta dijo que al primero que la mirara mal le mandaba para enfermería de vez. Iván y yo nos empezamos a reir. Entre risas y charlas, llegó el bus, subimos y todas las miradas se clavaron en nosotros. Caminamos hasta el final del bus. Y todos nos seguían con la mirada. Laura, ya harta soltó:
- ¿¡Que pasa!? ¿Nunca visteis a alguien caminar o sois gilipollas? - con voz bruta -
Todos miraron para delante y no giraron la cabeza ni una sola vez. Llegamos al instituto y volvieron las miradas, entramos en clase. Al menos, nos había tocado juntos. Todo iba sobre ruedas. Entré en clase y pasé toda la mañana tomando apuntes. A la salida, me quedé mirando a un grupo de chicos que estaban junto con otras chicas. ¿Quienes serían?
- Según me han dicho son los chicos del equipo de futbol del instituto y las chicas son las animadoras. - dijo Laura -
- ¿Como sabes que estaba pensando...? -concluí -
- Te conodco. - me guiñó el ojo -
Ibamos caminando hacia el bus, y nos informó una compañera de clase que esta tarde jugaban los de el equipo, nos dió un folleto y se fué. Teniamos muy claro los tres que iriamos a verlos jugar. Subimos al bus y fuimos cada uno a su casa. Bajé del bus detrás de Robert y comimos los dos solos en casa, ya que mi tío Frank tenía que ir a arreglar una piscina a Blanés, que queda un poco lejos, asique no regresaría hasta la noche. Robert también iría a ver el partido. Yo salí a las cuatro de casa, el partido comenzaba a las cinco, pero por hacer tiempo. De camino a casa de Laura, yo iba hablando con Iván, pues Robert iba con sus amigos, en una cafetería se buscaba camarera. Entré y me ofrecí ... ¡GENIAL! Empiezo mañana. De cuatro a seis por 150€ al mes. Todo va bien, todo va estupendo. Fuimos para el polideportivo a ver al equipo y salieron las animadoras. Después, salieron los jugadores. Iván, Laura y yo, estábamos sentados en primera fila. Los jugadores saludaban a sus padres y uno de ellos se quedó mirando para mi.
- ¿Quien es ese? - pregunté a Laura -
- Es Zackary Rusmor. El más popular del instituto segundo dicen.
- Ah, pues entonces ni me hacerco, haber si me va atacar alguna animadora o algo. - dije mientras Laura y yo nos reiamos -
- Nose como lo tendrá Zack, pero el número diez tiene un culito que me muero. - dijo Iván -
- ¡Oh tio! ¡No jodas que eres marica! - reprochó Laura -
- Gritalo mas, aun no te escucharon los que están en el otro lado del campo. - manifestó Iván -
- Oh dios ... Tengo un amigo marica. - dijo Laura mientras sonreia -
Nuestras risas terminaron junto con el pitido conforme el partido empezaba. Nos pasamos todo el partido en silencio, bueno, todos menos Laura, que se limitaba a insultar al árbitro. Hasta que por fin el partido terminó.
Salimos del polideportivo y vino a junto mía Zack, yo estaba sentada en una mesa con Iván y Laura.
- Olle, me he fijado en ti en el partido. Bueno ... Me han dicho que te llamas Laila, ¿es así?
- Si. - contesté sin mirarle -
- Bien, eh ... Bueno, he pensado que tal vez te gustaría ...
- No. - interrumpí -
- Dejarme en ridículo delante de mis amigos. - dijo con voz apagada -
Detrás de él se escuchaban las risas de sus amigos, y era normal. Si era el mas popular, tendría a todas sus ''amigas'' detrás de él. Cojí mis cosas y me fuí. Laura e Iván vinieron detrás mia, pero les dije que iba para casa, que me apetecía estar sola. Subí a mi habitación y me tiré en la cama. Me quedé dormida y desperté a las seis de la mañana. Debido a que ya había dormido varias horas, me desperté despejada. Hice el desayuno para Robert y para mi y le fuí a despertar. Tio Frank aun estaba durmiendo, y no tenía intención de despertar. Desayuné con Robert y fuí para el instituto. A la entrada, me senté en un banco con Iván y Laura a charlar. Después, entramos en clase y de nuevo, me mantuve entretenida tomando apuntes. Me sentía bien, y realmente, sabía que todo volvería a ser como antes. Feliz y punto. A la salida, nos vino a buscar el tio Frank. Nos llevó a comer a un restaurante y a las tres y media me acercó a casa para que me pudiera cambiar para ir a trabajar. A las cuatro ya estaba atendiendo en una mesa cuando Zack dobló la esquina y clavó su mirada en mi. Estaba atendiendo a unas señoras mayores y pronunció mi nombre.
- ¡Laila! - sonrió -
Las señoras, seguían indecisas. Miraban una y otra vez el menú. Giré la cara y me dirige a Zack.
- El acoso es ilegal en todos los estados. - dije seriamente -
- Vamos, solo quiero hablar. - volvió a sonreir -
Atendí a las señoras. Y en ese momento, cruzó la esquina Iván. Se sentó en una mesa y fuí a su lado.
- Dale una oportunidad. - dijo -
- No, está claro que para él soy un juguete.
- Laila, viene a verte el tío mas popular del instituto, ¿no sientes curiosidad?
- Solo le daré una. Una sola.
Fuí a atender a las señoras, les serví sus dos zumos y me dispuse a hablar con Zack.
- Está bien, ¿de qué quieres hablar?
- Bueno, me preguntaba si te apetecería venir a tomar algo conmigo algún día. ¿Quieres?
- Si, pero no hoy. Ni mañana. Estoy muy ocupada.
- No importa, bueno. Te doy mi número y me llamas.
- Vale.
Me dió su número, lo apunté y lo guardé. Entré en la cafetería y no volví a salir hasta que Zack e Iván se habían marchado ya. Esto no podía ser real. Salí de la cafetería a las seis y fuí a mi casa. Robert y mi tio estaban viendo una película. Yo subí a mi habitación y me puse a estudiar hasta la hora de la cena. Después bajé y ayudé a tio Frank a hacerla. Cenamos y subí a mi cuarto, preparé mis cosas y me acosté. Y aquí terminaba un laaaaaaargo dia, lleno de extres y de misterios. Pero la pregunta que mas ronda mi cabeza es ... ¿Que quiere Zack de mi?
Nueva seguidora!!
ResponderEliminarJajaja empecé leyendo para saber que personaje era una amiga y ahora me he enganchado :D
Está genial, eres muy buena escritora, ¿sabes?
Espero con impaciencia el proximo capítulo.
Besos!
Muchas gracias, mañana ya tendrás el capítulo 14.
ResponderEliminarUn besazo !